"El Marino añejo.
Hay un tipo de marino, hombre de mar, acabamos de cruzarnos con uno, la piel ajada, moreno, entrado en edad, enjuto, pelo cano anarquico y bañador de los 70s... Ambos a vela, traves de 15Kn nos pasamos a escasos 10 metros de vuelta encontrada, nos saludamos como viejos amigos disfrutónes, los barcos andan alegres y los capitanes también, el no verá lo mismo en nosotros, para el somos unos jóvenes aficionados con nuestro barco en buen estado general, una presencia y porte señorial, un Ketch nada menos, nada más... Nosotros en el vemos millas, experiencia, aventuras, infinidad de malos ratos y las peores averías en los peores momentos, pero sigue aquí en la mar, por que ya a olvidado todo eso y en sus recuerdos están miles de amaneceres de colores increíbles, amigos navegantes en todos lados, anécdotas, veladas de cuento, navegadas con un viento perfecto de la dirección perfecta sin ola y sin barcos a la vista, amigo que lees esto, una vez que has vivido lo que te describo tu vida en tierra habrá terminado, perseguirás obsesivamente que eso se repita, estas perdido.
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Con algunos de ellos me he cruzado, con algunos de ellos he mantenido largas conversaciones "de puerto"... Uno, en un remoto puertecito, me aventuró que me convertiría, con el tiempo, en alguien como él. Camino de ello llevo. Dios le oiga.
Nada más que añadir, señores. (Y esto, además de compartir el pensamiento, es mío)