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miércoles, 13 de julio de 2016

Las memorias del Agua: La luz del mar

Noche cerrada, a unas 100 millas al sur de la Punta del Parchel, adormilado en la bañera, dando esas cabezadas que todos hemos "sufrido" al navegar en la noche mientras intentas vigilar la actividad de unas luces de posición parpadeantes, que supones pesqueros, aunque no descarto cualquier otra actividad marítima, entre las que incluyes pateras, pesqueros rusos o chinos, cargueros en extraña ruta, cayucos, piratas, o los "libertadores" del Frente Polisario (que siempre hay que tenerlos en cuenta)...  Murdock más dormido que yo.

En un extraño momento de lucidez -siendo realistas, es ese momento en que "notas" algo extraño que te hace salir de sopetón de tu estado de somnolencia/catarsis-  observas como a poco menos de media milla, bajo el agua, una luz espectral de tonos verdes se enciende, y poco a poco comienza a brillar con más fuerza.

Tu mente se dispara... has leído acerca de estas aguas, de avistamientos de Ovnis, de Osnis, y tu cabeza comienza a imaginar cosas raras, tus "ciertas" glándulas aunque permanecen en su sitio y no se han llegado a convertir en pendientes (zarzillos que decimos en mi "pueblo"), te producen una sensación de desasosiego e incomodidad...

Aquello se acerca, cada vez brillando más y mas... Murdock se despierta, se estira y despereza... ¡puñetas, se ha puesto a ladrar!... se sube al banco de estribor y sigue ladrando, cada vez mas, conforme aquella extraña luz se nos va echando encima... tu mente se sigue acelerando mientra piensas... "si el perro ladra, algo hay que no le gusta...", te comienzas a acelerar, tus pensamientos corren entre los intentos de ser sensato y lógico y las locas ideas de sucesos sobrenaturales... 

De pronto, un sonido que se acompasa al sonido del barco navegando... shaaaasssss, shaaaasssss, shaaaasssss... Delfines... ¿verdes?, ¡verdes!, pues si, ¡verdes!... lo que te faltaba... ahora si que tu mente se dispara del todo... ¡joder, delfines verdes!... ¿cuando voy a ser abducido?... 

Sin darte apenas cuenta, la luz se ha situado bajo tu barco, iluminando todo el casco de una forma espectral... ¡ya está, ahora sube la nave, nos abducen... y otro desaparecido misteriosamente en la mar!...

Poco a poco, conforme te vas despertando, tu mente se sosiega... ¡leches Paco, estas tonto!... ¡Murdock, cállate de una vez!.

En la noche cerrada, con poco viento por la aleta y todo el trapo arriba... un golpe... otro, y otro más... los peces voladores comienzan a saltar -no entiendo esa manía que tienen de proporcionarnos gratuitamente el desayuno o la comida del día siguiente- y a caer algunos en cubierta, otros en la bañera, otros que se quedan enganchados entre la mayor y la botavara...

No era más que un banco de plancton luminiscente, los peces voladores que lo persiguen para comérselo y los delfines que intentan cazar a estos voladores...

¡Pero que ratico mas malo!... hasta que razonas y comprendes que aquello que decían los clásicos:

"Monstruos y deidades formaban la más animada población de las aguas del mar. Nereidas, oceánidas y gorgonas, en formación con sirenas y tritones, constituyen el brillante desfile, que da su mayor esplendor a la corte de Poseidón y Anfitrite..."

No es más que es más que eso, otro mito clásico mas... o eso es lo que tu racional mente te hace pensar...


P.S. Los voladores, una vez limpios, estaban para chuparse los dedos... recogí casi dos kilos y cayeron en dos sentadas... una asados y otra bien frititos.

viernes, 29 de mayo de 2015

I - Las memórias del Agua

Once upon a time, in a not so far place...

I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched c-beams glitter in the dark near Tannhäuser Gate. All those moments will be lost in time, like tears in rain... Time to die. (Roy Batty)

...Erase una vez en un sitio no muy lejano... había un pequeño velero llamado “Agua”, blanco, 9 metros de eslora, tal y como el nombre de su modelo indicaba, diseñado y construido en España, como monotipo con espíritu regatero. Su dueño había gastado todos sus ahorros en adquirirlo, de segunda mano. Había tenido un par de temporadas deportivas con otro nombre, pero esta no era la intención de su nuevo propietario, el cual, una vez realizado el ritual marinero de cruzar tres veces su estela, lo había rebautizado así; “Agua”.

A su nuevo propietario le gustaban los juegos de palabras, los dobles sentidos... ¿y que mejor juego de palabras y dobles sentidos que Agua?... ¿donde estas?... en el agua... ¿a donde vas?... al agua...

Este pequeño velero, era el reducto de su armador, nunca fue pisado por quien en ese momento era su esposa, ni por nadie más de su familia, ya que no compartían esa “droga” que el sentía por la mar.

La tripulación de este pequeño velero la componían su armador/patrón y el inseparable compañero de este, un perro de raza boxer, atigrado, llamado Murdock -si, evidentemente este nombre también tenía su historia de dobles sentidos y cierta retranca-

El pequeño “Agua” no disponía de mucho equipamiento, el normal en esas épocas, sin excesos, una corredera, un equipo de viento, un compás en el mamparo, caña, una emisora VHF, una sonda y poco más. Suficiente para pasar algunos fines de semana a bordo y servir para los desahogos espirituales de su armador y patrón.

La ruta del "Agua"
Un día de septiembre, su patrón, con una sentencia firme de divorcio -duro divorcio no buscado ni deseado por el- en el bolsillo recién recogida, dos latas de sardinas, una lata de atún y una bolsa de pan de molde, su grumete cuadrúpedo Murdock y poco más, soltó las amarras en su puerto... con la única intención de salir a dar una vuelta que le despejara de todos aquellos problemas y malos momentos que le habían sucedido durante los cinco o seis meses anteriores...

Una vez fuera de la bocana de aquel puerto, el patrón se hizo la misma pregunta de siempre... ¿babor o estribor?... y esta vez toco estribor... hacia el oeste puso rumbo... hacia la puesta de sol... y así comenzó una aventura de 7 meses que les llevó hasta Tasmánia y retorno, al patrón, a Murdock y al Agua...

Hoy hace 25 años que crucé tres veces la estela del “Agua”...