A
veces mi madre, que parece conocerme "como si me hubiera parido", me
regala cosas como esta, adivinando mis pensamientos. Removiendo papeles,
hoy lo encontré, y aquí os lo dejo.
El dolor de haber nacido
siendo algo para alguien,
sin ser nada para nadie.
El dolor de haber crecido
sin conciencia de las cosas,
o saber como las cosas me han crecido.
El dolor de ser olvido
sin haber sido presencia,
o el dolor de estar presente
siendo a la vez el olvido.
El dolor de no ser ave
habiendo sido vuelo,
o el dolor de haber volado,
sin alas haber tenido.
Emilia Ortega
Febrero 2009.
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