Once upon a time, in
a not so far place...
I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched c-beams glitter in the dark near Tannhäuser Gate. All those moments will be lost in time, like tears in rain... Time to die. (Roy Batty)
I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched c-beams glitter in the dark near Tannhäuser Gate. All those moments will be lost in time, like tears in rain... Time to die. (Roy Batty)
...Erase una vez en un sitio
no muy lejano... había un pequeño velero llamado “Agua”,
blanco, 9 metros de eslora, tal y como el nombre de su modelo indicaba,
diseñado y construido en España, como monotipo con espíritu
regatero. Su dueño había gastado todos sus ahorros en adquirirlo,
de segunda mano. Había tenido un par de temporadas deportivas
con otro nombre, pero esta no era la intención de su nuevo
propietario, el cual, una vez realizado el ritual marinero de cruzar
tres veces su estela, lo había rebautizado así; “Agua”.
A su nuevo propietario le
gustaban los juegos de palabras, los dobles sentidos... ¿y que mejor
juego de palabras y dobles sentidos que Agua?... ¿donde estas?... en
el agua... ¿a donde vas?... al agua...
Este pequeño velero, era
el reducto de su armador, nunca fue pisado por quien en ese momento
era su esposa, ni por nadie más de su familia, ya que no compartían
esa “droga” que el sentía por la mar.
La tripulación de este
pequeño velero la componían su armador/patrón y el inseparable
compañero de este, un perro de raza boxer, atigrado, llamado Murdock
-si, evidentemente este nombre también tenía su historia de dobles sentidos y cierta retranca-
El pequeño “Agua” no
disponía de mucho equipamiento, el normal en esas épocas, sin
excesos, una corredera, un equipo de viento, un compás en el
mamparo, caña, una emisora VHF, una sonda y poco más. Suficiente
para pasar algunos fines de semana a bordo y servir para los
desahogos espirituales de su armador y patrón.
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La ruta del "Agua" |
Un día de septiembre, su
patrón, con una sentencia firme de divorcio -duro divorcio no
buscado ni deseado por el- en el bolsillo recién recogida, dos latas
de sardinas, una lata de atún y una bolsa de pan de molde, su
grumete cuadrúpedo Murdock y poco más, soltó las amarras en su
puerto... con la única intención de salir a dar una vuelta que le
despejara de todos aquellos problemas y malos momentos que le habían
sucedido durante los cinco o seis meses anteriores...
Una vez fuera de la
bocana de aquel puerto, el patrón se hizo la misma pregunta de
siempre... ¿babor o estribor?... y esta vez toco estribor... hacia
el oeste puso rumbo... hacia la puesta de sol... y así comenzó una
aventura de 7 meses que les llevó hasta Tasmánia y retorno, al
patrón, a Murdock y al Agua...