jueves, 21 de enero de 2016

I - Linuxeando, que es gerundio. Introducción.

Vamos a hablar hoy de un poquito de tecnología aplicada a nuestra afición.

En algunas ocasiones me habréis leído algún comentario del tipo “eso te pasa por usar ventanas...” o algo parecido. Bien, creo que ha llegado el momento de hablar de ello.

Imagen original de Tux, la mascota de Linux
Como bien sabéis, mi profesión es la Informática, y dentro de ella, mi especialidad son las redes, los sistemas y la seguridad. Esto, en contra de ser una ventaja, muchas veces supone un handicap, pues en bastantes ocasiones me acabo viendo “liado” por amigos, familia... ya sabéis, aquello de “Oye Paco, tu que eres informático...” o lo que es peor, acabando de solucionar “marrones” -concepto ampliamente extendido entre mi profesión, y que merece todo un tratado, como el que confeccionó el gran “Pitoche” hace mucho tiempo- generados por “ese” sobrino que hizo un curso de Word y que “sabe mucho de esto de los ordenadores”.

Bueno, humor aparte... hoy en día no nos queda otra que lidiar con estos “chismes” y sus entornos. Muchos de vosotros, quizás por un poquito de “vagancia”, quizás por desconocimiento, quizás por que pensáis que “ya me vale así”, acabáis dando por bueno un entorno -o Sistema Operativo- que viene preinstalado en el ordenador que habéis comprado, por muy malo, lento y “comedor de recursos” o por muy inseguro que este S.O. sea.

Al lio, que me estoy enrollando... existen otras opciones... yo hablaré de X (identificativo de los Sistemas Operativos pertenecientes a la “familia” Unix)... y más exactamente de Linux... (aquí es donde algunos empezáis a temblar).

Tux 2.0 ... todo evoluciona, incluso la mascota
Linux, como Sistema Operativo, se distingue en que es un Unix (si, ya es Unix, tras muchos años ha sido “certificado” por la Unix Conference) desarrollado de una manera libre y colaborativa. La filosofía en la que ha acabado derivando es la de una opción libre y funcional a otros SS.OO. “propietarios” de ciertas compañías multinacionales por todos conocidas... (y que algunos, muy irónicamente identificamos como “pequeñas y blandas”).

Si, si, me diréis... hay muchos Linux, y muchas empresas detrás de ellos. Cierto, pero son “sabores”, “distribuciones”, especializaciones de un mismo núcleo de sistema, o como diría el viejo refrán... “es el mismo perro con distintos collares”. Por ejemplo... Suse es una empresa alemana, centrada en una distribución orientada a grandes servidores corporativos. Red-Hat es una empresa centrada en una distribución orientada a servidores administrativos... y llegamos hasta lo que nos interesa... Ubuntu.

Ubuntu es una distribución, que tras bastantes años de existencia y desarrollo, ha llegado a un punto de madurez que la hace muy apetecible, y una magnifica alternativa a las dos -hasta ahora- alternativas en la informática de “sobremesa” o “estaciones de trabajo”.

Ubuntu, como cualquier linux por otra parte, nos permite aprovechar esas “viejas maquinas” que de otra forma deberíamos desechar, ya que el “mayoritario” requiere versión tras versión “mas madera...” porque no es capaz de “andar” sin “alimentarlo muy bien” a base de gigas y gigas de memoria, disco y súper-procesadores.

No me voy a poner “utópico” diciendo que no requiere atención y algo de trabajo, tanto su instalación como su mantenimiento, lo que si afirmaré, es que una vez que lo tengamos instalado (y es sencillo hacerlo), configurado (y también es sencillo hacerlo), se nos habrán acabado los consabidos “virus” -que no digo que no los haya, que los hay... pero muy bien hechos, y no las cosas esas de “macros de word” que saturan las redes y suponen el 99% de las bases de datos de “firmas” de los antivirus- y esto se debe a la propia estructura “segura” de Unix/Linux...

Con un Ubuntu “estándar”, tendremos todo lo necesario y a un precio muy asequible (básicamente gratis, una vez descontado el coste de nuestra linea adsl y un pendrive de memoria -o un dvd grabable-). Tendremos un paquete de Ofimática -varios para ser exactos, LibreOffice y OpenOffice), herramientas de retoque fotográfico (mucho más utilizadas por los profesionales del ramo que los renombrados productos de la compañía Adobe), herramientas de gestión y edición de vídeo y sonido (idem de lo anterior)... y para remate... si algo no existe, podremos utilizar el software dedicado de “Windows” mediante un entorno “windows” virtual (llamado Wine).
Logo oficial de Ubuntu


Linux, en resumen, y sea cual sea la distribución que elijamos, nos está ofreciendo a un precio módico -en el 90% de los casos, tan módico como un par de nuestras horas libres- un entorno estable, potente, robusto y acorde a nuestras necesidades. Aunque en un primer momento pueda parecernos extraño o “para gurús”, solo nos requerirá unos minutos para habituarnos al nuevo entorno de trabajo... Y por hoy ya está bien... en la próxima “La instalación”.